La obra y la vida de Kiasha están caracterizadas por la búsqueda de armonía y equilibrío. Búsqueda que la llevó a interesarse, de forma natural, por la teoría del Yin y el Yang. Teoría que se basa en la idea de que todo existe y funciona debido a la acción e interacción perpetuas y constantes de dos fuerzas, el Yin y el Yang. La bipolaridad Yin/Yang es totalmente complementaria. De hecho, aunque estas dos fuerzas sean "opuestas", no son ni antagonistas ni homogéneas. La fuerza que, un momento, llega a su máximo siempre lleva consigo la semilla, el punto de origen de la otra. Característica que en el símbolo Tao, está representada por el puntito de color de la fuerza contraria.
En su trabajo, Kiasha tradujó esa dualidad en los colores (sobre todo en el negro y el blanco así como en los colores complementarios), en las formas (curvas y rectas) y en la materia. El resultado de este trabajo fueron una exposición individual « Yin y Yang » en el Centro Cultural de Auderghem y la selección de cuadros para los "Salons d’Hiver", organizados por el Centro Cultural de Ottignies-Louvain-La- Neuve en 2007 y 2008.